
A menos de 20 minutos de travesía se encuentra la zona de buceo, concentrada en un área comprendida entre los islotes de Pesues y El Castrón de Santiuste, que ofrece algo más de una decena de inmersiones bien diferenciadas, aunque los buceos más recomendables están a tan sólo 10 minutos del centro y se localizan en el ecosistema de especial protección de los Acantilados de San Emeterio. Acantilados vírgenes plagados de cañones, túneles y cuevas submarinos que hacen que el paisaje durante el buceo sea espectacular. Aunque la zona está muy machacada por los aficionados a la pesca submarina y los pequeños pescadores de los alrededores, aún se puede encontrar una gran cantidad de vida que sorprende por su tamaño, vitalidad y colorido. En los agujeros de las cuevas es muy fácil encontrarse con confiados congrios de considerables dimensiones, a los que suelen acompañar algún imponente bogabante con pinzas tan grandes como un antebrazo de hombre. Las pastinacas también son muy comunes en este lugar, que descansan pacientemente entre la arena y las piedras esperando que un ejército de gambas efectuén el servicio de limpieza habitual. Las rocas están completamente tapizadas por erizos multicolores, entre los que pueden encontrarse ondulantes anémonas que hacen bailar sus melenas de tentáculos a las leves corrientes dominantes. En los cañones y las cuevas, sorprende encontrase los techos y las paredes forrados de exuberantes esponjas anaranjadas y de las rojizas anémonas.
La Costa Verde, a pesar de la carencia de programas de protección gubernamentales, de las elevada explotación pesquera y de los pescasub, sigue manteniendo en sus fondos un verdadero vergel donde la vida nace en cualquier rincón. Asturias: paraíso natural... también bajo el mar.
http://www.buceo21.com/REPORTAJES/turismo/costaverde.htm
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